El apropiacionismo y la cazadora-jardinera


Vivimos en la era del copieteo descarado. Sin citar cuál es la fuente, sin añadir ni un mínimo cambio. Ideas fusiladas en redes, en campañas, hasta en la política vemos discursos adueñados por quien no los parió.

¿Qué es lícito y que no? ¿Dónde empieza la copia y dónde la simple inspiración?

El tema toca de lleno a cualquier persona creativa. Es evidente que el bagaje de todo lo que recibimos -véase aprendemos, vemos, leemos y oímos- afecta directamente a lo que después emitimos. Para muestra, la historia que rodea a la cazadora-jardinera que aquí estás viendo.



Se trata de un tutorial perteneciente a la serie Cerrar el círculo, que creé para Rollitoasí. La tienda de Gràcia más colorista y congruente con el impacto de su sector, la moda. No sólo por su total transparencia con su forma de fabricación, si no por su esfuerzo por aportar ideas para que sigamos disfrutando de sus prendas, incluso cuando ya no las usamos como tales.

De ahí su encargo de esta serie. En este capítulo, por ejemplo, se está exprimiendo la vida de una cazadora. Ahora que estamos en días de cambio de armario, lo esperado hubiese sido guardarla hasta la siguiente temporada de frío.

Pero claro, una convive con sus musas y con todo lo que se refleja en su retina. Un día te enamoras de esta idea, que pineas en el 2017 pero que por la fuente de la imagen (ahora con enlaces rotos) al parecer nació en el 2011.

Fuente


Al cabo de unos meses Rollitoasí te encarga contenidos y lo ves claro. Crear un tutorial para que la gente pueda reproducirla tirando de la chaqueta que ya tiene, pero sin cargársela para poder seguir usándola cuando vuelva el frío.


Puedes ver todo el paso a paso para hacértelo aquí.

Y aquí se inicia la tertulia interior sobre el apropiacionismo. Resulta que la jugada de jardinizar una chaqueta tejana, esta especie de trampantojo, ha sido usada bastantes veces.

Fuente


El centro comercial La Maquinista la utilizó en su campaña de "unexpected shopping" del 2016.

Aunque no son los únicos, la misma idea ha vuelto a ser reproducida en otras ocasiones y adaptada a distintas prendas de ropa.

Fuente imagen 1 - imagen 2 - imagen 3











Visto desde fuera suena a creativos robando las ideas de otros. Dicen que la copia es parte del aprendizaje. Aunque dudo que el/la responsable de la campaña para La Maquinista lo hiciese como parte de unas prácticas.

¿Acaso habré hecho yo lo mismo al crear el tutorial? Es decir, lucrarme con la idea de otra persona. Teniendo en cuenta que:

  • La fuente se ha mencionado en todo momento.
  • Se han sumado más usos a la prenda para alargar así su vida. Y que de paso reflexionemos sobre la sostenibilidad vs la moda.
  • Se ha añadido el truco para que se convierta en una jardinera real que puede ser regada.

¿Salvo así el tutorial de ser tildado de burda copia? ¿Dar un giro a una idea original te desmarca de la posición de imitadora?

Partiendo de la definición de apropiacionismo, que básicamente consiste en usar obras ajenas para elaborar tu obra, ¿qué es ético y qué no?

Visto como una corriente artística, pienso que sí, que es algo sano y estimulante para la sociedad porque suma. Que desde el momento en que añades tu punto ya no es copia, es versión.

Al fin y al cabo somos animales sociales que se influyen unos a otros.



Para ilustrarlo, en la imagen aparece más ropa jardinizada como parte del libro "A labour of love" de Li Edelkoort. La gurú mundial indiscutible en eso de predecir tendencias, desde su agencia Trend Tablet.

¿Es copia? No lo creo. El twist a la idea y el discurso que la acompaña, la han elevado a otra dimensión completamente distinta y especialmente enriquecedora. De verdad, hazme caso y regálate unos minutos para leer esta entrevista.

Sin embargo, cuando te acercas al apropiacionismo desde una perspectiva cultural. Se dan casos tan feos e injustos, como los relacionados con marcas que hacen suyos elementos étnicos de pueblos que están desapareciendo, sin dignarse siquiera a mencionarlos.

Todo mal entonces. "A la hoguera" piensas.

Y así, con todo ese lío en la cabeza, sin llegar a conclusión alguna, me quedo con muchas ganas de saber qué opinas sobre el tema.

¿Son cosas del HACER? ¿O quizá el reflejo del poco respecto que se tiene por el trabajo ajeno? Me encantará leer lo que piensas en comentarios.

Marta
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