Papel pintado compostable

Cuando tu norte es la sostenibilidad tratas de aplicarlo a todo, incluyendo la forma en que decoras tus espacios. Por suerte cada día surgen más alternativas que lo hacen posible y desde todos los sectores se están poniendo las pilas.

Para muestra, una de las últimas novedades en cuestión de materiales, el papel pintado ecológico. Un avance completamente biodegradable y fabricado con materias primas vegetales que requieren de una cantidad de agua muy limitada para crecer.

De por sí el papel pintado es ideal para renovar ambientes rápidamente hasta si tienes gotelé. Moderniza, crea ambiente, es reparable si se daña y muy duradero. Hay incluso quien lo usa para rescatar superficies estropeadas o personalizar puertas, cómodas, armarios, crear cabezales, restaurar neveras o resaltar techos.

Sin embargo, desde el sector ecologista tradicionalmente tenía sus detractores porque hasta ahora los papeles pintados contenían fibras sintéticas, tintes industriales, capas de pintura superpuesta o restos de adhesivos, que imposibilitaban su posterior reciclaje.

Ahora bien, desde el estudio Papeles de los 70s, se ha desarrollado un nuevo tipo de papel poniendo la sostenibilidad en el centro de sus procesos. Se trata del papel Veruso Lino, una alternativa 100% compostable que libera nutrientes cuando se descompone.

Y  además, es absolutamente precioso.

El papel Veruso Lino está libre de tintes artificiales por lo que su aspecto es natural, cálido y se pueden apreciar las fibras vegetales que lo componen. Aporta textura sin resultar demasiado pesado.

Su componente principal es el lino cultivado en Normandía, una de las fibras que requiere menor cantidad de agua para su cultivo, que apenas produce residuos y que además cuenta con propiedades bactericidas y antiestáticas.

Pero no solo eso, el resto de su composición es la viscosa para favorecer la adherencia del papel. Y en línea con su ADN respetuoso, la viscosa usada en la fabricación de este papel, otra fibra textil de origen natural, se obtiene de la madera de bosques con certificado FSC.

Por si fuera poco, como material, este tipo de papel aporta varios beneficios más:

• Absorbe el sonido: Las paredes de una habitación empapelada absorben parcialmente del ruido gracias a la consistencia del material del papel pintado.
• Funciona como aislante térmico: Al tener un grueso de 0,5mm atrapa el aire entre sus fibras y actúa como aislante térmico. Por ejemplo, la temperatura alcanzada en una habitación cubierta con este papel, sea más o menos fresca o cálida, es absorbida por el papel en lugar de hacerlo directamente por la pared, de forma que tiene un efecto aislante.
• Regula la humedad: absorbe la humedad de la habitación y la va liberando a medida que el ambiente del espacio se va volviendo más seco. Es decir, que sin llegar a serrecomendable para instalarse en zonas extremadamente húmedas como una piscina cubierta o baño, sí resulta ideal para recubrir cualquier otro tipo de estancia en el que queramos contribuir a que tenga un nivel estable de humedad. Es decir, a su salubridad.

Y para acabar de cerrar el círculo de sostenibilidad de esta clase de papel, debe aplicarse con un adhesivo orgánico compuesto de celulosa pura, y recordar que mejor será no pintarlo nunca encima.

De esta forma cuando su vida útil haya acabado, se podrá depositar en una pila de compost y en unos 6-12 meses (dependiendo de las condiciones) se habrá descompuesto por completo.

Da gusto encontrarse con soluciones así.

Alegra ver cómo la sostenibilidad lo está impregnando todo. Poco a poco van apareciendo alternativas que nos ayudan a mantenernos optimistas. ¡Hasta nuestras paredes pueden desprender este respeto por la naturaleza que tanto necesitamos!

Es lógico, somos muchas personas poniendo el foco en lo mismo, trabajemos en lo que trabajemos. Y estamos aportando nuestros granitos de arena que demuestran que ser más sostenible no está reñido ni con el ritmo de vida actual ni con nuestros gustos estéticos.

Marta
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