¡Que siga la fiesta! Después del último proyecto para Pintar sin Parar, me siento como un trobador ansioso por proclamar la grandeza de los flocados. Por si no los conoces, se trata de esos acabados que convierten instantáneamente cualquier superficie en suave terciopelo o piel de melocotón.
Decir que molan infinito es quedarse corto. Son como una especie de experiencia sensorial, gustosa a la vista y al tacto. Y además, son perfectos para reinterpretar objetos que ya tenemos aburridos o que están bastante dañados. Así que, te dejo con un tutorial muy técnico sobre cómo conseguir un efecto flocado, utilísimo para cualquier Recyclator de esta comunidad.
Necesitarás:
- Seguir el vídeo tutorial que encontrarás en Pintar sin Parar
- Filamentos, cola y disolvente para flocados
- Una brocha
- Y fabricarte un invento casero para aplicar los filamentos o hacerte con uno de estos si prevés que lo vas a aplicar a nivel profesional.
¡Magia potagia! De repente contarás con unos cuantos especímenes más del género "vienuevo", que son los pata negra del reciclaje, o al menos los que más feliz hacen. Mira:
Estos zapatos deben tener como unos 8 años. Habían asistido a bastantes reuniones e incontables noches de parranda. Después de la última acabaron rasgados hasta el punto que casi renuncié a ellos.
Pero claro, son tan cómodos, que la vocecita interior impedía jubilarlos - ¡No los tires, algo se te ocurrirá! - y resulta que acertó. Ahora parecen nuevos y encima tienen ese aspecto aterciopelado tan de moda últimamente.
Más ejemplos. Aquí ves dos botellas de jarritos reencarnadas en piezas de decoración o carne de DIY; ya que los puedes usar como florero, porta velas o hasta para hacerte tu propio ambientador tipo mikado.
Los podría haber dejado en el contenedor de reciclaje pero ahora su vida útil se ha alargado y además, han servido para experimentar cómo funcionan los flocados sobre superficies no porosas.
Y cerrando la ronda de muestras, aquí va la que más me ha fascinado. ¡Un tejido flocado!
En el vídeo lo verás de cerca así que no te entretendré con los detalles pero sí, con el manifesto que representa en sí misma esta pieza:
- Nació y se usó como cazadora tejana.
- Años después perdió el cuello y las mangas para disfrutarse como chaleco
- Al poco se tuneó con un estampado galáctico en la trasera
- Y ahora se ha ganado el grado de primer Dan, en cuanto a preciosismo, gracias a que se ha recubierto con un flocado.
Si es que el terciopelo y la moda llevan siglos de la mano. ¿Conoces su historia? Apuesto lo que quieras a que esto estimulará tu creatividad :)
O V A C I Ó N
Marta
Más historias en la galería de DIY's, Facebook e Instagram
Más historias en la galería de DIY's, Facebook e Instagram
Como siempre, aprendiendo con tus creaciones. Gracias
ResponderEliminarEs la magia de internet, todos aprendemos de todos :)
Eliminar