Muchos de los que se han iniciado a menudo tienen problemas para conseguir transferencias nítidas sin que se rompan. Para solucionarlo, nada mejor que usar el truco del planchado. ¿Lo conoces?
Sirve para transferir sin tener que esperar las horas necesarias para que asiente correctamente. Y también, facilita infinitamente la adherencia del transfer, de forma que resulta casi imposible cargártelo.
Vamos con un repasillo a los materiales necesarios:
- Gel Foto Transfer. Al agua, apto para que lo usen los enanos, cunde lo que no está escrito y sirve tanto para transferir como para proteger la imagen final
- La imagen que quieras transferir impresa a láser y reflejada.
- Plancha y trapo de algodón.
- Barniz ultramate. Opcional pero muy recomendable para evitar el "efecto pegatina", si estás transfiriendo sobre tela o si pretendes poder limpiar a conciencia tu proyecto con agua y jabón en algún momento.
- Agua, pincel y el objeto o superficie donde quieras hacer la transferencia
- Y seguir el tutorial que encontrarás en el blog de Pintar sin Parar
Mil posibilidades. ¡Es la revolución!
En casa lo usamos muchísimo. Desde para transferir la receta de lacón escrita por abuela sobre los azulejos de la cocina en plan decorativo-emotivo, hasta para hacer los recuerdos que entregamos a la familia el día que nos casamos.
Que por cierto, si te gusta la idea, puedes ver cómo quedó en la parte inferior de esta imagen con la que se anunció un taller.
Más fácil imposible: Maderoncio + foto parejil en B/N + foto transfer = familia encantada con el detalle y sin invertir apenas presu.
¿Te queda alguna duda? Pues ya sabes, ataca en comentarios.
Marta
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Hola.. que puedo usar en lugar del foto transfer.. gracias.
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